Egregio megalómano, ignoto cipote.

Hay una especie de chiste de humor más que negro, verde color mierda y de muy mal gusto que dice algo así como: “¡Joder, vaya día! A ti se te muere tu padre, a tu cuñada la han violado en el portal, tu primo ha sufrido un infarto y a mi se me ha roto la punta del lápiz”.

Que un gilipollas centre la atención en lo que le sucede a él como si fuera lo más importante del mundo, es ciertamente normal. Pero si lo hace un “personaje” que ha sido uno de los próceres de la patria y presidente del gobierno, la cosa torna claramente mal.

¡Esta gentuza es la leche! Niños sufriendo porque se quedan sin casa. Llorando a moco tendido porque ven como la policía saca arrastras a su padre y a su madre de casa y los tiran en mitad de la calle como a perros sarnosos. Sufriendo porque ven como se lían a porrazos contra los que los que no quieren que les echen de su casa. Soportando que además de dejarles sin casa, les dejen sin amigos ya que a mitad de curso deben irse a otro colegio (en el mejor de los casos). ¡Y los políticos preocupándose porque los niños de papá tienen que soportar media hora de gritos, ruido y unas cuantas pegatinas en el portal de su casa!

Aún a riesgo de perder algunos amigos, participantes diariamente en este espacio, quiero exponer aquí lo que me parece este tipejo que pasó de la pana al pret a porter de la noche a la mañana. Creo firmemente que este tipo pactó con los americanos (la CíA) lo que han denominado transición y que no ha sido otra cosa que un continuismo que cambió la dictadura por una dictocracia. Pero ese “pacto” no ha sido lo peor. Lo peor de este tipo ha sido la traición a los suyos y a los que alguna vez creímos en él. La OTAN, la repudia del marxismo, el comportamiento como un nuevo rico (Yates, señoritas, consejero de Gas Natural, etc). Pero todo eso, con ser malo, no es siquiera una pizca, comparado con lo que le hizo al tejido industrial de este país con la famosa reconversión industrial que no fue otra cosa que el desmantelamiento total de la industria pesada de este país. Que a la gran estafa venida de Alemania tengamos el problema de paro que tenemos es consecuencia de las cenizas dejadas por el desmantelamiento industrial. España se ha convertido en un país de camareros.

Tampoco quiero desaprovechar el tema de hoy, para replicar desde aquí a esta gamberra que dirige la policía desde la delegación del gobierno de Madrid. Que a la gente que participa en concentraciones para exigirles a lo políticos que hagan lo que deben de hacer se les multe con 250 euros, sin que medie desacato, resistencia o altercado es propio del más puro estilo fascista al que acostumbra esta tipeja. Pero que además a Jorge Vestrynge le multen con 1200 euros, tiene toda la pinta de represalia por haberla llamado por su nombre: CINICA. Y que conste que jamás en la vida pensé tener que posicionarme a favor de un tipo del que, hace muchos años, los del PSOE decían que era un nazi.