Cumpliendo la Profecía Maya

Si a estas horas no se ha acabado el mundo, estaré esforzándome como siempre en acabar con la marginación, con la desigualdad, con el racismo, con la injusticia, con la desmesura social, con el fascismo, con los que viven de explotar a los seres humanos, con los que se hacen millonarios con el hambre de otros seres humanos, con los que engañan para que les sigamos en este camino de autodestrucción, de servilismo y de despropósito.

Si a estas horas no se ha acabado el mundo, estaré intentando que los estúpidos no acaben con el planeta, que los caraduras que viven de sobreexplotar la naturaleza, acaben entre rejas, que seamos más serios a la hora del consumo, que no tiremos el agua, que los que no la tienen puedan acceder a ella, y que nunca más se pase hambre.

Si a estas horas no se ha acabado el mundo, estaré luchando para que los ladrones, estafadores, caraduras, inmorales, amorales, sinvergüenzas y paniaguados que han hecho de este mundo un lugar inhabitable, acaben arrastrados por su maldad.

Si esperas a que otros acaben con tus problemas, ninguna profecía vendrá a librarte de estos egregios cantamañanas. ¡Despierta, coño, despierta, deja de soñar despierto y realiza tu propio destino!

Sólo así conseguirás dar la razón a los Mayas.

¡Alfon Libertad!

8 comentarios en “Cumpliendo la Profecía Maya

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  4. En la pequeña ciudad en la que habito los maestros están detectando cada vez más niños que acuden a la escuela en ayunas. En la misma pequeña ciudad en la que habito desaparecieron las pequeñas tiendas de barrio de ultramarinos y se instalaron grandes superficies de alimentación. En esta misma ciudad llevo observando desde hace algún tiempo cómo los contenedores de basura están repartidos por barrios y rutas entre «organizaciones» de gente desintegrada que se dedican a extraer «recursos» de estos sumideros de la riqueza de la gente «integrada».

    Estas «organizaciones» tienen sus reglas y su modus operandi: pelean por su territorio, se movilizan momentos antes de que aparezca el camión de la basura, circulan en furgonetas de las que se bajan en cada punto de recolección un equipo de selección y recogida de residuos, generalmente mujeres y niños siendo estos de gran utilidad, pues su menudez les hace idóneos para ser introducidos en los contenedores y desde dentro seleccionar y extraer lo que buscan. También se ha detectado que «instalan» contenedores para recoger ropa en los que colocan un rótulo que refiere a una ONG inexistente.

    Alguien ha utilizado conceptos como «la trajedia de la cultura» o la «cultura de la pobreza» ¿De dónde viene esto? Sin duda: del ineficiente reparto de la riqueza. El dinero, un gran invento que reduce la mercancía a un denominador común y por lo tanto debería facilitar el intercambio y una redistribución más justa, sin embargo esta produciendo los efectos contrarios.

    El dinero permite cálculos que han desarrollado una cultura objetiva basada en la racionalidad, cada vez más alejada de esa cultura subjetiva, individual, que se fundamenta más en sentimientos y emociones. Como individuos sentimos y nos emocionamos ante el lamentable espectáculo al que nos está sometiendo esa cultura objetiva que hemos producido, externa a nosotros, que tiene vida y reglas propias y que nos somete. ¿Hasta dónde puede llegar esto?

    Ayer vi en el Intermedio el reportaje de Gonzo, un periodista de la raza de Ébole, que se centraba en una señora pensionista de 76 años que percibía una pensión de 350€, que tenía que pagar 80€ por su medicamentación y que decía que comía cuando podía: compraba un bric de leche y arroz, y se hacía arroz con leche. Con eso tenía para cenar cuatro días. Con una dieta bien equilibrada y unas comidas bien organizadas ¿No se reduciría su gasto en medicamentos y aumentaría su calidad de vida? Esta señora parecía muy consciente de que la sociedad la había engañado.

    ¿Qué coño está haciendo nuestros gestores con nuestro dinero? ¿Qué clase de cultura está produciendo?

    Ayer un gilipollas que gana euros por millones le decía al juez que el no era responsable de la ruina de las empresas que había dirigido. Sin inmutarse, con dos cojones. Si soy yo el juez ese va a la prevención y sin fianza, simplemente y de entrada por caradura, por reírse de mí.

    Esto no puede seguir así, espero que el fin de la era que los Mayas han calculado tenga sus consecuencias. Que sea la movilización definitiva de las culturas individuales para construir una nueva cultura más humana.

    Creo que la cosa está en marcha y no puede parar.

    SCRyD

  5. Yo también vi el reportaje de Gonzo. Ponerle rostro, un rostro cuando menos, a quienes padecen cruelmente el resultado de lo que nos imponen es demoledor. Y también tengo fresca la opinión de un representante de la Iglesia, del obispo de Segovia, que «no cree en la relación de suicicios con los desahucios». Con esta Iglesia que tenemos -tan escandalosamente subvencionada como nada «recortada»- uno ya no sabe qué es mejor: si que guarde silencio o que hable. En cualquiera de los dos casos siempre me resulta impresentable. O sin ir más lejos, aún resuenan las palabras de un vecino (que es como oir a todos los impresentables CarlosHerreras de este puto país) preguntándose el por qué de destinar tanto de nuestro dinero a organizaciones de ayuda humanitaria. A estos imbéciles habría que decirles que ese tipo de cosas son las que hacen «marca» del país. Y no el puto futbol de mierda.
    También me mata en estos días ver cómo proliferan los anuncios desde corporaciones que están especulando el bolsa con los alimentos cómo nos «invitan» a que pongamos una mínima cuota para ayudar a resolver «el hambre del mundo». Tu ayuda es necesaria. Tu colaboración imprescindible -nos bombardean con la mayor de las hipocresías. ¡Váyanse a la mierda! Las soluciones han de ser POLITICAS, no individuales y sujetas a ningún tipo de «caridad».

    Os dejo un enlace a un corto artículo sobre esto último:
    http://andaluciainformacion.es/haciendo-amigos/267029/que-a-mi-no/

    SCRyD

  6. Como decía antes en el blog de Rosa, aunque nosotros, comparados con otros, no nos podamos quejar, todos los males vienen del mismo sitio. Y los del mundo pobre, bastante tienen con sobrevivir día a día. Si nosotros no luchamos por cambiar esto, nadie lo hará. Ni los Mayas ni susumcorda.

    Salud, amigos

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