Rebelión

Amish

Atardecía en la localidad. El sol jugaba al escondite entre los árboles. Por la calle, un carruaje tirado por un caballo desentonaba entre los Chevrolets, Chrysles, Corbets, Dodges y algún que otro coche europeo aparcados en su márgenes. Isaías bajó del carro, ató el caballo a la farola más cercana a la puerta de la iglesia y se dispuso a entrar. El Reverendo, que en ese momento daba la bienvenida a sus feligreses, se quedó de piedra al observar cómo un extraño a la comunidad salía de una máquina del tiempo vestido con un traje negro de 1920, camisa blanca, sin cuello, sombrero de ala ancha, y barba larga aunque no bigote y unas botas bajas, también negras.

-Buenas tardes reverendo.

-Buenas tardes -contestó el reverendo- ¿En qué podemos ayudarle?

-Verá, soy nuevo en la zona. Como habrá podido observar por mi vestimenta, soy amish y me gustaría entrar a los oficios de hoy.

-Verá, esto es una comunidad católica. No se si mis feligreses verán con buenos ojos su presencia aquí.

-Mire usted padre, no quiero molestar, sólo deseo participar en la misa ya que, de momento estoy sólo y no tengo dónde rezar.

El padre Macario dejó entrar a Isaias quién escuchó la misa con decoro y respeto. Ninguno de los feligreses hicieron objeción alguna, salvo la primera mirada de extrañeza al ver a un tipo salido de una postal de antes de la segunda guerra mundial.

Así transcurrió el tiempo sin ninguna novedad. Poco a poco a Isaias le acompañaron más amish que iban llegando al enorme rancho que habían alquilado. Los servicios religiosos se prestaban con normalidad y sin incidentes pero cada vez eran más los individuos “raros” que asistían. Así que el reverendo convocó una reunión entre los feligreses más aguerridos y una representación de los amish encabezados por Isaías.

La reunión acabó como el rosario de la aurora. Los católicos querían que los amish, no sólo acataran la misa conforme a su tradición, sino que fueran vestidos como ellos. Por su parte los amish querían convertir la misa en un culto más a su estilo. Ninguno daba su brazo a torcer así que Isaías propuso una solución. Los católicos darían la misa, como siempre, por la tarde al anochecer y los amish esperarían a que acabase para hacer su ceremonia.

A don Macario y sus fieles no les pareció mal la idea. Pero ponían dos condiciones. Una que las imágenes católicas siguieran descubiertas mientras los amish rezaban y dos, la supervisión diaria del párroco quién podría intervenir cuando no le pareciera correcto lo que hacían.

A los amish no les importaba la primera condición pero lógicamente no querían que el cura se inmiscuyera en su acto, por lo que no quisieron aceptar.

Al día siguiente, tras la misa, los amish que se habían quedado fuera esperando que acabara el culto católico, una vez el último feligrés hubo salido de la nave, entraron en tromba con el objetivo de realizar su celebración.

Pero los católicos que aún quedaban en los alrededores acudieron a la llamada de Don Macario y entraron también en la iglesia y empezaron a catar sus salmos para impedir la celebración amish. Hubo enfrentamientos, en algún caso violentos. El Sherif tuvo que intervenir y a partir de aquel día, puesto que el edificio de la iglesia pertenecía al Condado, no hubo ni misa, ni celebración amish.

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Rebelión

La Guardia Urbana cifra la asistencia multitudinaria a la Diada en un millón de personas y culmina formando el símbolo de la suma al grito de “Votaremos”. Así titulaba Infolibre la tarde del lunes 11 de septiembre la noticia sobre la Diada.

Ese mismo día la radio de PRISA, nos hacía ver el vaso medio vacío diciendo que el 57% de los españoles no quiere un referéndum sobre la independencia de Catalunya. Y digo medio vacío porque a mi, personalmente me parece mucho más interesante que según esa misma encuesta uno de cada tres españoles creamos que es necesario ese referéndum. Y digo que es más interesante porque en este país en el que los grandes grupos mediáticos mienten, manipulan y cuentan medias verdades, me parece todo un triunfo que el 31,1 % de los habitantes, creamos que la consulta sobre el futuro de Catalunya es indispensable e inaplazable.

Dicho esto y declarándome completamente a favor de la consulta (de ésta y de todas las que hagan falta), he de decir que el espectáculo que estamos viviendo me parece deplorable. Unos, los de siempre, los que su mayor contribución ha sido la ruina económica y social de España, porque intentan por todos los medios, incluidos las amenazas, los tribunales y la policía que el referéndum no llegue a celebrarse. Es el aquí mando yo y se hace lo que yo digo al que están acostumbrados. Los otros, los mismos que los anteriores pero con gusto por la barretina en lugar de la montera, intentan por todos los medios presionar a los anteriores para que hagan algo tan vergonzoso y tajante, que tenga que suspenderse la consulta y así poder quedar bien y echarles la culpa a los charranes.

Seamos serios. Que en Catalunya existe un sentimiento de nación es indiscutible. Al menos en los últimos cien años. La proclamación de la República Catalana dentro de la Confederación Ibérica en 1931 por Francesc Marciá y la proclamación de la República Federal catalana el 6 de Octubre de 1934 por Lluis Companys, así lo atestiguan. Es evidente que estos dos sucesos y la concesión de la Generalitat por la República, no era obra de dos chalados sino que había un sentimiento mayoritario detrás.

Claro que, como dice el refrán castellano, tampoco es oro todo lo que reluce. Los mayoritarios de Junts per Si, la antigua Convergencia y Unio, actual PdeCAT son los que primero le metieron la tijera a la sanidad pública. Mucho antes que Zapatero. Son los que, al igual que sus homólogos del PP, están implicados en numerosos casos de corrupción, por mordidas (el famoso 3%) prevaricación, sobrecostes y otros delitos como la evasión de capitales. Ahí están los Pujol y toda su camada. Muchos son los que creen que la mañana después a la independencia, se habrá acabado la pobreza, el paro, el cercenamiento de lo público, la corrupción, … Y no. Porque el problema de Catalunya, como el problema del resto del estado y de la coyuntura en la que vivimos no es si Madrid nos discrimina, si los españoles nos odian o si pagamos más que los demás. En un estado social, los ricos siempre pagan más que los pobres. Se llama solidaridad y sistema impositivo progresivo. El problema de Catalunya, como el del resto del estado son los casi 50.000.000.000 millones del rescate a la banca que no vamos a recuperar. El problema de Catalunya, como el del resto del estado son 273 millones de euros en impuesto de patrimonio que, para los que PP y CIU, C’S, PSOE y PNV hacen las leyes, no pagaron en 2015 (Más de 32.000 salarios mínimos anuales, 25.000 pensiones o la financiación de 125 colegios públicos durante un año).

Referendum si pero no acabará con la situación actual. Porque el PP no quiere PIB y porque querer independizarse para no pagar impuestos es insolidario

Insumisos

El Colmenar

Mariano es un porquero hosco y lila que confunde con cierta temeridad los refranes y las épocas de labor en la labranza.
Vive a las afueras de una mediana localidad, en una cabaña cutre en medio de una amplia dehesa en la que pastan los cerdos que dan buenos jamones y que el amo vende a precio de oro, y cuyas encinas y alcornoques dan sombra y protegen infinidad de flores con las que sus abejas hacen una exquisita miel que da nombre a la finca y es negocio primordial de quién le paga su sueldo.
Mariano, sin embargo, no hace mucho caso a las flores, y aún menos a las abejas. Él está para cuidar a la numerosa piara que es por la que tiene trabajo y un techo destartalado en el que cobijarse. Lo demás, no le interesa.
Una mañana de mayo, una de las abejas empezó a rondar el alcornoque bajo el que Mariano dormitaba mientras cuidaba de los lechones. Despertado por el zumbido, buscando a la dichosa abeja, acabó mirando al cielo azulado y se dio cuenta de que cientos de ellas habían montado una colmena en una de las casetas de madera que cuelgan de los árboles para que gavilanes y azores aniden.
Mariano pensó que aquello sería peligroso. Un enjambre descontrolado que sale del lugar habilitado para las colmenas, sin control sobre la miel, ¿y si cundiera el ejemplo? Así que pensó que lo mejor sería devolver el abejero a su origen. Y como no sabía cómo hacerlo le preguntó al mayoral, quién le dijo que debería trasladar la toda la caja del árbol, al colmenar.
Así que Mariano, se dispuso a realizar aquello que le había ordenado el auriga. Sin embargo, tenía un problema. No era fácil trepar al alcornoque, cortar la soga que sujetaba la caja para nidos y bajarla con cuidado. Llena de abejas pesaría un montón y además no creía que las abejas se estuvieran quietas mientras realizaba la operación.
Durante días, estuvo sopesando cómo atacar la colmena volante para bajarla del alcornoque y devolverla a la abejera. Mientras se izaba al árbol, las abejas rondaban su cabeza como avisándole de que las dejara en paz. Ninguna abeja le había picado. Sin embargo, no podía consentir que le amenazaran de aquella manera. Así que, tras una semana de estudio, decidió que lo mejor era poner una gavilla de paja justo debajo de la caja-colmena, subirse al árbol y cortar la soga. La colmena caería, la paja amortiguaría la caída, y el cajón quedaría intacto y podría llevarlo tranquilamente al colmenar.
Y así lo hizo. Preparó una gavilla de paja de centeno, la colocó debajo, trepó al árbol, cortó la cuerda y ¡zasss! la colmena cayó en un pispás.  Las abejas comenzaron a revolotear enfadadas, primero sobre su destartalado hogar y después, una vez localizado el culpable, sobre el cuerpo de Mariano. Éste, con algunas picaduras ya en el cuerpo, se dejó caer y echó a correr ladera arriba en dirección al colmenar, pensando que, ya que no podía llevar la caja que había quedado destrozada, llevaría el enjambre porque los animales le seguirían. Y así fue. Lleno de bultos por los aguijones, Mariano llegó a la abejera y abrió una de las colmenas pensando que así las que le perseguían, se mezclarían con las otras y le dejarían en paz. Pero no. Las abejas de la nueva colmena salieron en son de guerra y rodearon el cuerpo de Mariano, quién revuelto por el dolor,  comenzó a girar sobre sí mismo, como loco y a dar manotazos. Uno de ellos derribó una de las colmenas que cayó sobre otra y otra y otra,… en un efecto dominó. Ciego y dolorido, Mariano empezó a dar tumbos y las abejas salieron en tromba.
Dos días más tarde, encontraron el cuerpo de Mariano tirado junto al colmenar, todas las colmenas derribadas y ni una sola abeja en los alrededores.
Un enjambre pequeño que no molestaba a nadie, había acabado con todas las abejas huidas, el porquero muerto y los cerdos desperdigados.

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Insumisos

A mí los catalanes me caen bien.

Por eso PREFIERO que se queden.

Luego, hay gente que los odia,

que por algún motivo,

EXIGE que se queden.

Gerardo Tecé (Twiter 11 sep de 2013)

“Golpe de Estado” o “Secuestro de la democracia” . Así calificaban algunas cabeceras de la prensa del régimen (#Vertimedios) lo sucedido en los últimos días en el Parlament de Catalunya. Mientras, el desgobierno del presidente que miente y se comporta como un bodoque, apelaba a la legalidad, al respeto de la ley y a la Constitución. Por su parte, la Vicepresidenta del Gobierno decía no haber pasado más vergüenza democrática en su vida.

Este desgobierno de testaferros mamelucos tiene el don de irritar a las personas. Tanto que si no fuera por la vergüenza de los medios de incomunicación, adoctrinamiento y difusión del régimen a quienes tienen cogidos no sólo por el reparto indiscriminado y arbitrario de la publicidad institucional, sino por la ideología de los grandes accionistas a quiénes representan ambos, no creo que fueran capaces, no ya de mangonear España, sino ni si quiera de regentar una comunidad de vecinos. Porque hay que tener cuajo para hablar de legalidad y de vergüenza democrática, quiénes tienen el dudoso honor de haber sido definidos por el Juez de la Mata como “ORGANIZACIÓN CRIMINAL”. Que quienes tienen más de 30 casos de corrupción (investigados) y ochocientos treinta y cinco (835) imputados por corrupción, cohecho, tráfico de influencias, evasión fiscal y otra decena de delitos apelen a la legalidad, es como si el violador del ascensor se declarara feminista. Por no hablar de la regulación del blanqueo de dinero a través de las amnistías fiscales y algunos otros “arreglos” legales realizados por estos insumisos del sistema. Y de la financiación ilegal con la que han falseado los procesos electorales. Y el Tamayazo. ¿Se acuerdan ustedes del Tamayazo? ¿Conculcar la voluntad popular no es una vergüenza democrática?

Por otra parte está la incapacidad de estos individuos e individuas. Además de haber llevado a la Seguridad Social a la quiebra técnica , a los españoles a la miseria (28,6% de la población según el 6º informe de la Red Contra la Pobreza y Exclusión de España de 2016), al trabajo accidental y precario han llevado al país a una situación política de inestabilidad que ya veremos si no produce un amargo futuro.
Catalunya no se acostó una noche española y se levantó independentista. El PP es una fábrica de crear problemas donde no los hay si con ello pueden ganar algo, ya sean votos, financiación o poder. Allá por el 14 de abril de 1931, fecha de la proclamación de la II República, Francesc Maciá proclamaba la República Catalana. Supongo que no por capricho y que, ya entonces, habría un sentimiento que acompañara a esos hechos. Por eso Tarradellas fue el primero en volver del exilio como presidente autonómico. Por eso en el régimen del 78 se instauró el café para todos, porque los franquistas no podían consentir que catalanes y vascos se sintieran distintos y acabaran con el sistema posfranquista establecido. Por eso en 2006 se aprueba un nuevo Estatut para Catalunya. Estatut que el PP recurre, como siempre, para ganarse el voto del españolito medio que ve la tele al que manipulan como un pelele. Estatut que funciona sin problemas hasta que en el 2010, el Tribunal Constitucional, ese que en 12 horas ha paralizado toda la legislación aprobada en el Parlament para el desarrollo del referéndum, tarda cuatro años en dictaminar ¡OJO! que en el preámbulo no se puede aludir a Cataluña con el término nación. Que es como si hubiera dicho que todo estaba bien salvo que las pastas de la publicación no pudieran ser de cartón que tenían que ser de papel. Y aquí debo recordar que el PP estuvo manipulando la elección de miembros del TC, negándose a pactar candidatos de consenso hasta que pudo ganar las elecciones e ir colocando a los suyos, de tal forma que hasta el propio presidente parece haber sido militante del Partido Popular y que ahora la administración de justicia no responda al primer axioma de una democracia: la independencia y la separación de poderes.
Pero aquí no sólo es culpable el PP. El PDeCAT (antigua Convergencia y Unió), la misma cara de la misma moneda que el PP, los que tienen el mismo sistema de corrupción que sus homólogos del charrán o la gaviota, los que envían a los Mossos a reprimir el 15-M como el PP envía a la Guardia Civil a registrar un semanario de prensa en busca de papeletas, los que cercenan la Sanidad Pública como lo hace el PP en Madrid o el PSOE en Andalucía, los que consideran este sistema del hijoputismo como el ideal para sus inversores, los empresaurios, los herederos de los que en 1936 apoyaron y financiaron a Franco en su golpe contra el poder establecido, son tan culpables como el propio PP. El PDeCAT no es independentista. Durante años, ha estado mareando la perdiz. Y ahora que la actitud intransigente de Mariano y sus secuaces ha creado tal conciencia independentista que se les ha ido de las manos, se ha subido a esta ola independentista propiciada por la CUP, esperando que pase algo tan dramático que el Procés, tenga que paralizarse.
Por su parte el PSOE tiene también su parte en este pastel de culpabilidades. Primero su enfrentamiento con el PSC por su apuesta por el Estatut, y después siempre a remolque de las posiciones fascistas de la FAES puestas en práctica primero por el Insufrible ególatra y después por el gallego pasmado. Siempre en la indefinición más absoluta por miedo a perder votos, o lo que es peor, a actuar como un verdadero partido de izquierdas, ha consentido todos los desmanes de este desgobierno de ineptos y de los anteriores del Insufrible señor de la guerra, que lo único que han hecho, en lugar de solucionar un problema latente, es inflamarlo con una virulencia que ya no tiene marcha atrás. Y ahora, de nuevo, Pedro Sánchez enseña su patita ponzoñosa debajo de esa mancha de harina del nuevo PSOE, y se alía nuevamente con los intransigentes, los que echan gasolina al fuego, los que ganan elecciones viviendo en un eterno caos, ya sea por la ETA, Cataluña, el yihadismo o cualquier otra situación conflictiva de la que puedan sacar partido ante la estupidez humana del españolito medio que ve la tele.
Es posible que el 1-O acabe siendo un Fake. También que debido a que no hay garantías porque por una parte todos los poderes del estado están contaminados por estos insurrectos de la legalidad y por otra se desconocen las garantías del Procés, así como que el miedo a ser inhabilitados, ha hecho mella en los consistorios con más habitantes del cinturón de Barcelona, es muy posible que no pueda celebrarse este referéndum que cojea por todos los costados pero que es de necesaria realización.
Pero el problema no se acaba el 1-o. La situación que el PP seguirá agravando día a día, acabará por sacar todo el pus que lleva dentro. Y si lo hace de forma virulenta, será el fin del régimen del 78.

Salud, laicismo, república y más escuelas.